Desde algo antes de la hora de comer que estoy pegado al televisor viendo el paripé de la Moción de Censura. No porque sea de mi interés; si por la curiosidad de ver unas horas de una televisión diferente a la que suelo mirar, que de temas de política, la verdad, poca.

Y me he llevado una gran sorpresa. No contaba con ello. He descubierto un nuevo héroe. Mi héroe.
He visto un faraón. No me negaréis que Tamames, suena a nombre de faraón egipcio. Tamames I el Acartonado. No puedo entender como puede tener tantas arrugas en la cara, con lo dura que la tiene. Una cara que muestra un perfecto estoicismo ante cualquier flor de los cientos de ellas que le han lanzado. Un rostro pre momificado.
Inocente de mí pensaba:
Ya verás después del parón por la comida, como el faraón  no podrá con el sopor y se le cerrarán los ojitos.
Pues nada. Mientras yo luchaba cabeceando en el sofá, el tipo seguía impertérrito.
Pero lo que más me asombra, no es esta capacidad de permanecer despierto en el Congreso, que tiene su mérito; no. Lo que más me ha conmovido, es que a su edad, que no es corta, el tipo, tiene una bufeta flexible, y con una capacidad envidiable. Mientras yo, he visitado el baño para correr la cremallera, por tres veces. El tipo no se ha movido de la silla. Incluso he llegado a pensar que debía llevar pañales. 
Admirable. Mi héroe.

Bueno y ahora, ya finalizado el circo, cambio de canal y espero poder ver con una cervecita el partido de las chicas de Barça y como se meriendan a la Roma