Entre el show de los peperos con la telepredicadora milagrera y esa otra pava que dice que no necesita las raíces cuadradas para nada, me tenéis estreñido. Estamos en manos de gilipollapitecus cagamandurriensis.
Que los dioses nos asistan (aunque sea pagando)
El món se'n va a la merda, papa - (mi hija)
Això no pot acabar bé, ja ho deia Adam Driver a 'los muertos no se mueren'..
ResponderEliminarSalut.
Un pa com unes hòsties. Així acabarem.
EliminarCada vez el mundo político español es más esperpéntico.
ResponderEliminarFiel reflejo de una sociedad esperpéntica, adormecida e ignorante.
EliminarEs que no es normal. No es normal porque no entra en imaginación alguna poner un/a predicador en una tarima política.
ResponderEliminarA) se equivocan los analistas si se creen que con eso se ganan más votos de la colonia sudamericana.
B)Se equivocan los dirigentes del partido al ponerse en contra el OPUS, porque el PP está formado en su mayoría por gente de esa secta.
C) Se equivoca el entramado consejero al mezclar religión en un estrado político, porque al final, si se gana, siempre tendrá la deuda a pagar de los evangelistas.
Hemos vuelto a la caspa de los 60 con la religión como punto de partida política.
Un error, un craso error.
Miquel, yo sigo tozudamente insistente en mis trece: Es decir; lo que no es normal es que la gente mayoritariamente siga creyendo en estos payasos* y les siga el juego votando mansamente, creyendo que si no lo hace, se desmoronará el estado.
Eliminar*No me refiero a un partido concreto; me refiero a todo el sistema.
Realmente vivimos en una permanente perplejidad. Lo público no está a al altura de las vidas particulares de cada quisque
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