Tengo fe en la ciencia. Creo en ella. No me obliga ni me prohíbe. Me da esperanza, y no me promete estúpidos cielos ni paraísos. Es mi religión.
Y ayer nos llegó una bienaventuranza desde esa religión: La posibilidad de usar el hidrógeno como fuente de energía. Conocíamos ese "target" pero no conocíamos bien el mapa y el camino para llegar. Seguramente yo no lo veré, pero lo verán nuestros hijos y este avance, seguramente podrá posibilitar la recuperación del planeta enfermo y sucio que ahora les estamos dejando.
Y al margen, quiero decir que también hará bajar la cabeza a mucho despotismo que hay en el mundo. Déspotas que tendrán que meterse su petróleo y su gas donde les quepa o que, por lo menos, no les permitirá chantajear al resto de la comunidad de naciones, como vienen haciendo.
l'hidrògen verd encara el veurem, lo de la fusió nucear que varen anunciar ahir, ja va més per llarg,.
ResponderEliminarCada vez se confirma más que el coche eléctrico no es la solución por muchas razones, entre las que no son menores, la construcción de baterías eléctricas que pesan entre doscientos y cuatrocientos kilos, altamente contaminantes para el medio ambiente y cuyos componentes son extraídos de algunos países africanos y asiáticos en condiciones de esclavitud.
ResponderEliminarSeguramente la tecnología de los acumuladores o baterias, mejorará. Tengo entendido que la misión Artemis está en ello. Ya no solo para vehículos, sino para dispositivos portátiles o instalaciones solares domésticas e industriales. Ya veremos...
EliminarSe avanza cuando la realidad económica obliga.
ResponderEliminarSi, Alfred. Es verdad. Pero sobre todo se avanza cuando los presupuestos no se olvidan de la investigación en ciencia y tecnología.
EliminarEs una expresión coloquial, pero si algo no es ni necesita la ciencia es fe. Más bien tesón, investigación, recursos para ir siempre más lejos y mucha comprobación en los datos de lo que se indaga. El hidrógeno, la fusión nuclear...y lo que venga más adelante, y ojalá sirva para que vaya de la mano de la justa distribución, aunque ahí ya se trata de tener ¿fe? Los paradigmas vienen cambiando desde hace mucho tiempo, pero tienen que obligar a cambiar las políticas.
ResponderEliminarSí, es una expresión coloquial. Obviamente, no es una Fe (con mayúscula), pero tener fe en ella (con minúscula) no quiere decir otra cosa que "apostar por ella" apoyarla, divulgarla y combatir los negacionismos ignorantes que intentan lo contrario.
Eliminar