Vosotros que tenéis la gentileza de leer, aunque solo sea por encima, las ocurrencias de Noxeus, cargar bien la mochila de las paciencias. El ánimo decrece cuando la enfermedad empuja. Es momento de ralentizar los motores; todos.
Nueve.
Un número sagrado para una religión que traté de entender, durante años, sin conseguirlo.
Setenta y dos, los años que tengo a cuestas y cuyas cifras suman nueve.
Y, nueve, las pastillas que debo tomar ahora cada día de los que queden. Ojalá quisiera la vida que fuesen los suficientes, días y pastillas, para poder fundirme en la nada sin dejar ni una sola herida sin cicatrizar.
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bitácora
Benditas pastillas que nos ayudan a seguir adelante.
El número 9 es considerado por algunos como la cifra del “saber supremo”...
Y aqui abunda el talento para el arte y la escritura. Leerte, un placer.
Un abrazo Ricard.
Como dice Manuela, benditas pastillas, que a todos nos acompañan en mas o menos cantidad, pero que levante la mano quien no tome alguna.
Paciencia es una de las pocas cualidades que tengo pero no la necesito para seguirte.
Los motores que rulen al ritmo que necesitemos pero que rulen, y mira quien te lo dice que en cuestión de blogs ando a n ritmo muy bajo, pero sigo ahí.
Un abrazo Ricard y nueve besitos.
No sabía que había tantas maneras de sumar nueve. Parece un número mágico :-)
Un abrazo.
Las heridas -de los años, de la vida , de las vivencias, no suelen desaparecer con las pastillas, sino con la fuerza interior para levantarse cada día y dar lo mejor de unos mismo, de lo que sabe, descubre o espera.
Tienes mucha más experiencia que todos los múltiplos de nueve. Tienes la mano y el afecto de los tuyos y de cuantos vamos de camino mientras te leemos.
Puedo decirte que mis pastillas no son para nada de lo que mencionas. Mis "heridas" tienen un gran componente genético y las comparto con mis tres hermanos. Se llama diabetes y poco a poco lo va "jodiendo" todo.
Vaya por Dios! es que no doy una. Quise decir que la compartimos los tres hermanos. Ya me estaba añadiendo uno que no tengo.
Que todo sea por tomar unas pastillas.
Un abrazo y arriba esos ánimos.