Fotografía de mi autoría. Se publica con licencia Creative Commons*

No sé; eso ya es muy de cada cual. Pero a mi que en 72 años he perdido mucho tiempo me apetece de vez en cuando ganar (recuperar) algo de ese tiempo perdido en mil cosas estúpidas. Y para eso, no hay mejor cosa que alimentar el espíritu. Alejado de influencias religiosas o espiritualidades de papel couché o cartón piedra y simplemente observando el paisaje interior que surge como lo hace el Sol al amanecer en la línea del horizonte me dejo ir y me rindo a las caricias que la música expande por esa piel hecha de células de sensibilidad. 

—No tengo tiempo! —dicen algunos.
Yo solo espero que algún día no se olviden de respirar. Sí, tienes tiempo; solo debes ser su dueño y no a la viceversa. 

Son veintiséis minutos. Es lo que acostumbra a durar una "meditación convencional".
Si no tienes veintiséis minutos para ti, considera la posibilidad de que seas un pobre desgraciado. 
No tienes que hacer el "gurunanda". Simplemente escoge bien la silla, adopta una postura cómoda y ni tan solo necesitas cerrar los ojos. Puedes mirar el video si quieres. Respira y escucha; escucha y respira. Al poco tiempo estarás contemplando tu paisaje interior.



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*La licencia C.Commons, permite su uso, sin lucro y mencionando la autoría y sin modificar la obra.